Un recorrido por las torres vigías, torreones y baterías de la costa almeriense en relación con su utilización, en algún momento de la historia, por los Cuerpos de Carabineros o de la Guardia Civil.
jueves, 19 de abril de 2018
30.- TORRE de BALERMA
Dos fortificaciones se han sucedido en este paraje, actual población costera, de las cuales una perdura en su paseo marítimo. La más antigua fue una fortaleza construida a mediados del siglo XVI por Juan de Vargas, vecino de Trujillo, y dotada a finales de dicha centuria de aposentos y caballerizas. En 1729 se proyectó su restauración, añadiéndole un baluarte para artillería, pero no se llegó a realizar y arruinada perduraba a mediados del siglo XIX.
La torre circular con escalera de mampostería y puente levadizo para su acceso fue construida durante el reinado de Fernando VI para sustituir la fortaleza arruinada; según modelo genérico que también se construyó simultáneamente en Punta Entinas y en San Miguel de Cabo de Gata.
Incluida en el dispositivo establecido por el Reglamento de 1764, fue reforzada según proyecto de José Crame y permanecería operativa hasta la guerra de la Independencia en que fue desartillada. Durante la segunda mitad del siglo XIX se proyectó en su inmediación una batería casamatada, que no se construyó, y fue cedida a las fuerzas de seguridad para apoyo de su vigilancia en aquel sector del litoral, mientras se asentaba una población en su inmediación.
A comienzos del tercer milenio ha sido restaurada por el ayuntamiento de El Ejido y luce esplendorosa en su nuevo entorno.
Fuentes:
Castillos, Fortificaciones y Defensas, IEA, tomo 4, pág. 179.
* Nuestro compañero Juan Barranco Gutiérrez hace memoria que estuvo destinado en el Puesto de Balerma los años 1970 a 1973 y que el acuartelamiento se ubicaba en la torre.
La plantilla del Puesto la componían un Sargento, un Cabo y 12 Guardias entre los que había un Guardia Conductor –de aquellos de la gorra de plato roja- que tenía adjudicado, como vehículo oficial, una motocicleta Sanglas con sidecar. Nos parece oportuno recordar que, en aquellos años, la vigilancia de la línea de costa se hacía absolutamente a pie o en bicicleta.
La zona de vigilancia costera del Puesto de Balerma se componía de dos postas; una que llegaba hacia poniente a la Punta del Río y la otra al límite con Guardias Viejas. Durante un tiempo fue Línea mandada por un Brigada.
En la planta baja de la torre se ubicaba el Cuarto de Puertas, con un camastro, pues las puertas eran de veinticuatro horas. Allí vivía también el único Guardia soltero del Puesto. La oficina del Puesto estaba instalada en el primer piso de la torre.
El Cuartel desapareció de la torre cuando fue suprimido el Puesto de Balerma, en la década de los setenta.
-Espléndida ella y su entorno en la actualidad.
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