Dista de la Batería de San Thelmo una legua larga por camino fragoso de peñas inaccesibles y escarpadas a la mar; está colocada en lo alto de un cerro entre la citada batería y el Cañarete. Su guarnición se compone de dos torreros que se sirven del agua de un pozo que está en el barranco que queda a su pie; esta torre está en buen estado y sólo descubre el Castillo de las Roquetas.
-La Torre de la Garrofa; Historia y Restauración.
Paco Carles Guardiá
Antonio Gil Albarracín
También denominada Algarrobo, Garrofo, o de la Mona, se erige sobre un acantilado en el Cañarete, en la inmediación de la playa homónima y sobre el camping del mismo nombre.
Construida por el albañil Pedro Bonilla en los años 70 del siglo XVI para amparar a los soldados que vigilaban la estancia de aquel paraje al menos desde comienzos de siglo. A mediados del siglo XVIII, Antonio Maria Bucarelli propuso que se dotara de artillería, pero el Reglamento de 1764 no contempló dicha posibilidad.
Fue volada por los ingleses hacia 1811, como las fortificaciones inmediatas. Se aconsejó su reedificación y en 1857 su sustitución por otra que se habría de construir en el inmediato cerro de Puente Cañas.
En la segunda mitad del siglo XIX se adosó al edificio antiguo una casilla, que sustituyera la cámara destruida, y una garita que coronara lo que quedaba de la torre, habilitándola para la vigilancia policial.
Abandonada por las fuerzas de seguridad, fue subastada el año 2002 a un particular y restaurada por su nuevo propietario. El precio de salida de la subasta fue de 6.000 euros, siendo finalmente adjudicada por 21.101 euros.
Fuentes:
Castillos, Fortificaciones y Defensas, IEA, tomo 4, pág. 173.
http://www.joyasinmobiliarias.es
http://www.castillosdeespana.es/sites/castillosdeespana.es/files/pdf/comun44.pdf
* La documentación encontrada sobre la torre nos indica que el edificio anexo lo ocupó el Cuerpo de Carabineros, pero la memoria del Guardia Civil Retirado Emilio López, hombre cercano al Tecol Atarés, nos confirma que la Guardia Civil nunca ocupó la Torre de la Garrofa, a no ser como otero. Sin embargo, una vez restaurada con los recursos propios de la Comandancia, y firmada la restauración con el escudo en piedra de la Guardia Civil que la corona de la torre luce al sureste, se realizó en la misma una "entrega de bandera". Esto es, con formación y banda de cornetas y tambores se realizó un homenaje a la bandera para festejar la puesta en uso del baluarte.
La misma fuente nos señala que el Puesto, en su día, estuvo en una caseta sobre la carretera, pegada al puente, y que la unidad la componían un Cabo y no más de tres o cuatro guardias civiles.
El Guardia Civil Manuel López Freniche, nos cuenta por su parte que durante el tiempo que se prolongó la rehabilitación de la Torre de la Garrofa, un Guardia del Equipo de Entretenimiento de la Comandancia trasladaba material de obra desde la Comandancia a pie de torre. Para ello se valía de dos mulos. El referido Guardia era conocido cariñosamente entre sus compañeros por "Pasos Tristes".
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