jueves, 25 de octubre de 2018

INTRODUCCIÓN

Una colección de fotos facilitadas a la Jefatura de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería por el Coronel Retirado D. Manuel Rodríguez Gutierrez, es el origen de este trabajo.

Las fotos, un total de treinta y dos, corresponden a los torreones, torres y baterías que jalonan la costa de la provincia de Almería, y fueron obtenidas en el año 1960, época en que mandaba la Comandancia (03.03.1960 a 10.10.1965) el Teniente Coronel D. Juan Atarés Peña. 

La curiosidad, la huida a la amenaza del bostezo, nos llevó a iniciar el camino de averiguar que había sido de ellas, como se encontraban en la actualidad, y la relación que en algún tiempo tuvieron con la Guardia Civil. La realidad es que, en una buena proporción, su estado ha mejorado. El resto, espera de la sensibilidad de la sociedad y los recursos de la Administración, que llegue su hora. Parece oportuno hacer constar que, a día de hoy, ninguna de ellas es propiedad o está ocupada por la Guardia Civil.

Dado que en 1960 se estaba muy lejos de la fotografía digital, el primer paso fue digitalizar esta colección de fotografías desde unos originales que dejaban mucho que desear. Pedimos disculpas por la calidad de las mismas, y rogamos se atienda al valor documental antes que técnico.

La idea era volver a fotografiarlas exactamente desde el mismo lugar en que se hizo la fotografía primitiva, propósito absolutamente imposible en algún caso debido a que su entorno fue absorbido bien por el desarrollo urbanístico -edificios-, bien por el boom de la agricultura -invernaderos-.

Existe mucha literatura oficial acerca de las torres vigías del litoral almeriense, y entre ella es de destacar -y lo hacemos ya- el escrupuloso trabajo de D. Antonio Gil Albarracín -doctor en Historia, catedrático de Geografía e Historia del Arte- y Mario Sanz Cruz -farero de Mesa Roldán, investigador y escritor-, cuyos textos son base fundamental de este trabajo.
Otra cosa es lo escrito sobre la relación entre la Guardia Civil y esas mismas torres, que es practicamente inexistente. 

En cualquier caso interesa incidir en que desde la perspectiva del autor de este trabajo, siempre fue más importante conocer de la existencia del Guardia Civil conocido por "Pasos Tristes", que la del binomio Felipe/José Crame, ingenieros militares que terminarán por serles familiares.

Este es un trabajo absolutamente personal y no cuenta con oficialidad alguna más que las necesarias investigaciones en el entorno del Cuerpo por alguien que, hasta hace pocos días, fue miembro activo del mismo. Para ello, aparte de la bibliografía y fuentes que en todo caso se citan, hemos contado con la colaboración –inestimable- de compañeros veteranos, rozando algunos el siglo, que vivieron parte de su vida profesional a la sombra de estas atalayas.


Esperamos que, su paso por ellas, les suponga tantas satisfacciones como a nosotros nos proporcionó llevar a término este trabajo.

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